La cabaña de Dylan Thomas y un poema en su voz


La pelota que arrojé cuando jugaba en el parque
aún no ha tocado el suelo.

The ball I threw while playing in the park
has not yet reached the ground.



En el año 1949 el poeta Dylan Thomas se traslada a "The Boat House", su nueva casa en la costa galesa, aprovechando un viejo garaje como estudio. Allí escribió el resto de su obra, incluyendo la popular radionovela de la BBCUnder Milk Wood.




Entre ellas, reproducciones y recortes de revista de Lord Byron, Walt Whitman, Louis McNeice, W.H. Auden, William Blake, una pintura de Modigliani,  listas de rimas, palabras y aliteraciones, como buen artesano de la lengua en su taller.
      
Dylan's Writing Shed in the town of Laugharne, the birthplace of the poet, Wales.


El viejo garaje reconvertido en casita de escritura tenía un pequeño escritorio contra una ventana, así como una modesta librería. Dibujos, pinturas y fotografías decoraban desordenadamente las paredes








   


Should lanterns shine

Should lanterns shine, the holy face,
Caught in an octagon of unaccustomed light,
Would wither up, an any boy of love
Look twice before he fell from grace.
The features in their private dark
Are formed of flesh, but let the false day come
And from her lips the faded pigments fall,
The mummy cloths expose an ancient breast.
I have been told to reason by the heart,
But heart, like head, leads helplessly;
I have been told to reason by the pulse,
And, when it quickens, alter the actions’ pace
Till field and roof lie level and the same
So fast I move defying time, the quiet gentleman
Whose beard wags in Egyptian wind.
I have heard many years of telling,
And many years should see some change.

The ball I threw while playing in the park
Has not yet reached the ground.



Si los faroles brillaran

Si los faroles brillaran, el rostro santo se marchitaría
preso en un octógono de insólita luz,
y todos los muchachos del amor
se cuidarían de perder la gracia.
Los rasgos de sus íntimas tinieblas
están hechos de carne, pero que venga el falso día
y que los labios de ella pierdan sus ajados colores,
que el traje de la momia muestre un antiguo pecho.
Me han dicho que piense con el corazón
pero el corazón, como el cerebro, conduce al desamparo;
me han dicho que piense con el latido,
que cambie el ritmo de la acción cuando el latido se acelere
hasta que en un plano se confundan el campo y los tejados
tan rápido me muevo por desafiar al tiempo, el caballero quieto
cuya barba se agita en el viento de Egipto.
He oído el contar de muchos años
y muchos años tendrían que atestiguar un cambio.

La pelota que arrojé cuando jugaba en el parque
aún no ha tocado el suelo.


Dylan Thomas

No hay comentarios: